Quieres
COMER.
calla.
Calla.
CALLA.
Calla. No desveles
las mentiras de unas manos.
Calla. Ciega los
rayos solares que desprenden tus palabras al mirar mis obras.
Calla. Ahoga los
sentidos bajo las aguas salinas de tu piel torturada.
Calla.
Quiero escuchar el
vuelo los ángeles que pasean por los campos negros
después de haber
quemado con este alma los antiguos prados
de esa tierra.
Quiero que la
belleza de los caprichos inútiles invada el mundo
que construimos a
vuestra costa, usando el sudor de los hijos
el fruto del útero
de la esposa
que con semen,
profané.
Quiero que la
música del planeta que estoy destrozando
entretenga la
podredumbre que engalana los oídos
caída desde la
alcantarilla del cerebro.
CALLA ESAS CARIES
INMADURAS QUE TU SONRISA MUESTRA CUANDO TE ARRANCO LOS LABIOS DÁNDOTE DE BEBER
LA SAL DE TU TIERRA.
No muestres esos ojos
que escondí en tu sótano tras impedir que el azul defendiera
sus lágrimas de
furia
mientras lo
violaba.
Esconde el exceso
de comida que enterré porque nadie lo
pagaba.
No quiero
regalártelo.
Oculta las armas
que vendí para que asesinaras a tu
propia sangre.
Revienta las
mentiras con las que especulé en tu pueblo para apropiármelo
y convertiros en
esclavos.
Llena esa trampilla
de carbón de los pocos árboles que robé
arrancando la
porción de aire que te corresponde.
Si no pagas no te permitiré respirar.
Ciega los pozos de
inteligencia que pugnan por hablar.
Quema la basura de
impotencia. No des lástima.
No me gusta.
Recoge los
rastrojos de tus quejidos y envíalos a la hoguera.
No.
No hables.
No digas.
CALLA.
Siendo más
rico,
más
poderoso
más listo
tengo más
hambre que tú.
Un hambre
que no se sacia.
Un hambre
que pide más y que mueve a asesinar los
sentimientos
de apertura
al habla.
E avaricia
E poder
E codicia
Y doy lástima.