Florencia Barrios

La cosa esta en mi contra


Esta en todos lados… esa vendita cosa esta en todos lados: Amor.
 
¡Hey, yo amo!, claro que amo: a mi familia, a mis amigos, a mi perro ¿Pero porque tengo que amar a un hombre? yo no quiero enamorarme y amar, estoy bien así como estoy. Sobreviví toda mi maldita adolescencia sin un novio ¡Puedo seguir haciéndolo!
 
¿Quién dijo que te necesito? ¿Quién te dijo que no puedo vivir sin tu atención? ¡Estoy bien así, compréndelo!
 
A no pero claro, vas por la calle y es como si quisieran obligarte a que te acuerdes que llevas  una eternidad sola. Las parejas se besan, cruzan la calle caminando armoniosamente de la mano ¡Ojala que los pise un auto! De repente a tu alrededor no hay mas que una banda de personas haciendo cursilerías amorosas, y vos ahí parada mirando entrometida… como siempre ¡Pero es un lugar publico mierda, váyanse a otro lado! ¿Quieren que empiece a nombrar los lugares a donde pueden ir?
 

 
En fin llegas a tu casa, sacas el celular de la cartera, bolsa, mochila o lo que sea que tengas y te fijas por milésima vez si tienes un mensaje o quizás con más suerte una llamada perdida (en ese caso podes comenzar a regocijarte en la bronca que habrá sentido cuando le atendió el contestador comiéndole la mitad del crédito) pero no, nada. Entonces empiezas a tratar de actuar de una forma racional y te dices: ¿Qué haces pedazo de tarada? Estuviste esperando todo el día que te sonara  el celular ¿A caso estas esperando un mensaje de…? ¡No, basta! Vos podes estar sola, vos podes vivir sin los hombres. Ocupa tu mente en otra cosa ¡No puede ser que estés pensando todo el día en lo mismo, no es sano! 
 
Te acomodas en el sillón, prendes la TV y comenzas  cambiar los canales… ¡A, no pero si esta cosa esta en todos lados! Lo único que pasan son telenovelas cuyos personajes se aman apasionadamente, lloran apasionadamente, ríen apasionadamente y… bueno mejor lo dejamos ahí.
 
De modo que te enganchas con una novela llamada “La tormenta” porque resulto que el protagonista estaba re fuerte o quizás te hizo acordar a alguien. Te pasas la hora agonizando por tanto romanticismo y drama, claro, apasionado y terminas llorando cuando al final del capitulo por fin pudieron darse un beso y algo mas. Al darte cuenta de cuan patética es tu actitud, revoleas el control por los aires y apagas la televisión  (resultado: treinta mangos del servís para arreglar el control remoto), vas a la heladera y cuando estas por  meterte en la boca el primer cucharón rebalsado de helado de chocolate…te suena el celular ¡Un mensaje!, agarras el pote de helado que casi se te cae de la emoción y te tranquilizas. Con mucho esfuerzo te contienes para no salir corriendo a leer el mensaje ¡Forro ahora vas a esperar, te voy a contestar cuando se me canten la reverendas ganas! Te metes el cucharón de helado completo y empezas a comer sin darte cuenta que se te esta congelando el cerebro, y mientras tenes los cachetes por explotar pensas: capas que no es el, mira si es algo importante y yo no lo leo por ese mogolico. Salís corriendo a agarrar el celular y lees:
 
Hola, perdona que no te mande mensaje en todo el día es que anduve de acá para allá. ¿Como andas? Yo con ganas de verte… Me gustas. 
 
¡Mierda! ¿Y ahora que haces? Te pones colorada como un tomate y tragas a duras penas el helado que por alguna razón esta más dulce que antes.
 
¿Qué respondo? ¿Que le digo? Los libros no me enseñaron a saber sobrelleva este tipo de confesiones ¡Jamás en mi vida acepte que me gustaba alguien! Alguna persona que me ayude, que me diga lo que tengo que hacer. Me estoy volviendo loca, me estoy ahogando en un vaso de agua, me estoy… me estoy mandando cualquiera. ¿No debe ser muy complicado demostrar un poco de “romanticismo”? Un vos también  me gustas y tengo ganas de verte no debe ser muy malo ¿No?...
 
En fin te vuelves a sentar en el sillón con el celular en una mano y el pote de helado con el cucharón clavado, en la otra y te dices: ¡A la mierda todo!...
 
 Tanto tiempo sola  nada más ayudo a que te convirtiera en lo suficientemente ignorante, en el amor, como para no saber que contestar al mensaje de un hombre. Tanto tiempo sola, ayudo a que te volvieras una amargada que es incapaz de demostrar sus sentimientos por orgullo, miedo y valla a saber uno cuantas cosas más.      
 
De repente te suena el celular, un mensaje en la bandeja de entrada:
 
Manda san Valentín al 110 y recibirás las mejores frases de amor para saludar a tu chico/a.
 
¡Carajo, esta cosa esta en todos lados! Entras en cólera y revoleas es celular contra la pared haciéndolo añicos (resultado: mínimo cuatrocientos mangos en un celular nuevo y safar de contestar el mensaje)

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Published on e-Stories.org on 07/13/2008.

 
 

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