Enlazados ramos.
Flores digitales de aromas de bits.
Pétalos de tecla
unen en petit comité de ondas
voces entrañables de ideas muy bellas.
Seis años, seis meses. Sólo cuatro días.
Compañía afable. Invisible vía
de trenes expresos que con tangos bailan,
de rincones tiernos de magias arcanas.
Y allá en el tejado de la luz de luna,
la piel negra y tersa, en lustre se derrama.
Gatanegra pone sueños a dormir.
Melodiosa Lules lee los poemas
y se dan la mano rimas y corcheas.
Vogel es la risa y el llanto en el alma
del amor que quiere llenar la mañana.
Brujas y brujitos tienen su lugar
cerca de la magia y próximo al amar.
¿Vamos de garitos? En la hora tuna…
Disfrutar con Lady últimas tendencias
y más tarde ensueños, guitarra al pasar.
Maestros y jazz se han de encontrar.
Vogel se une al rock en díscola tropa.
Y entre candilejas, monólogos varios.
El fuego se sube con alma de estopa
sin las restricciones. Melba acogedora.
Los retos mentales y entre las neuronas
son de Poseidón el reino y la forma.
Yalfa en sus entornos busca de palabras
nuevos desarrollos.
Y hasta las películas tienen su lugar
con las notas suaves. Poseidón destaca.
Melba es la luz fresca de cada jornada.
Frente a frente miran sus dudas y entradas
como en un espejo, Nicodemus calla.
Y Lola los bellos consejos internos
para ir radiantes
en ámbito externo y ante lo tajante.
Mandy, corazón de noche y besos muy tiernos.
Cuarenta y un picos de grandes momentos.