TE PERDONO 9
Ven. Te espero.
Te contaré los vuelos de las aves.
Te narraré los cantos de las aguas.
Te hablaré de los caminos de la lluvia.
Te informaré acerca de los cometidos de los hombres.
Ven. No desesperes. Ven despacio.
Te espero con la mesa puesta para tu refriego.
Te anhelo con la puerta abierta para tu regreso.
Te preparé ya tu baño, con sales aromáticas,
con pétalos de rosa como alfombra de entrada.
Tu lecho estará listo, caliente y perfumado.
Ven. Solamente ven. Preparo tu llegada.
Tu paseo que sea reposado
para que mi respuesta a tu pregunta
sea tranquila, lúcida y afable.
Cuéntame de tus sueños y jardines,
de tus mujeres, de tus hombres, de tus niños.
De las almas que ganaste y que perdiste,
de las gentes que salvaste y que dejaste ir.
De los amores que esperan en otras tierras
a que vuelvas algún día y allí reposes,
de guerras y de paz, de muerte y vida,
de letras y de música, de ciencias y de dioses.
Déjame que mire tu rostro, el viento marca
los surcos de la vida en tu semblante.
Déjame recorrerlos con caricias
y llenar de agua de lágrimas y de risas
los cauces que marcaron tu viaje.
Las aves marcan vuelo hacia la vela
del navío que te acerca con cautela.
Que pronto te dejará en este puerto
del cual presto te irás, poeta errante,
peregrino de acciones, de inspiraciones,
ermitaño de ideas y soledades.
Cuando entres en casa, espera un poco,
quítate esa ropa llena de polvo,
deja que tu cuerpo beba en tu piel las aguas
de los aromas de jazmín y de lavanda.
Deja que tu boca saboree el fruto
de la ciruela dulce, de la azofaifa,
de las cerezas vírgenes, del mayo suave.
Que tu estómago caliente su febril ayuno
con guiso suave y vino al uso.
No hables ahora, ve a descansar,
tus pies no necesitan ahora charlar.
Deja por un momento tu ansia lejana
y da reposo al cuerpo, también al alma.
Tranquilo. Todo está dispuesto.
Aquí estaré sentada, cuando despiertes
y acariciaré tu frente mientras te duermes.
Compartiré contigo esa batalla
de sueños y de fuego en mis entrañas.
Dejaré que compartas tus ilusiones
y que vivas en mí esas pasiones
que desataron furias en tus desvelos
de tus viajes fieros, de frustraciones.
Después me contarás mil sortilegios
y veremos pasar albas y crepúsculos
en sucesivos ciclos de amor y tiempo
de reir y llorar, de ouroboros y círculos.
Y cuando lo deses, partirás. Todo está listo.
Con la luna te irás de madrugada,
me darás tu perdón por no guardarte
en tu ausencia tan larga, la distancia.
Pero ya sabes, te espero hasta la próxima.
Hasta que a ambos nos una la alborada.
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Maria Teresa Aláez García.
Published on e-Stories.org on 10/16/2006.
More from this category "Marriage and Relationships" (Poems in spanish)
Other works from Maria Teresa Aláez García
Did you like it?
Please have a look at: