Soy fuego, agua, tierra y viento.
Soy alma pura que desea
sumergirse en los mares del tiempo
y atraer con sus lívidas manos
horizontes curvos y desgarrados
de sordas emociones,
de aguerridos momentos,
de héroes inigualables,
de sórdidos sentimientos,
de nombres olvidados,
de gentes incomprendidas,
de despechos innombrados.
Vuelo en deseos, ardo en ideas.
Desciendo en los segundos postreros
al vencimiento de la olla
sobre su pira.
Mansamente recuesto mi incorpórea forma
y dilato el esfuerzo
de la llama ignorante de su destino:
reavivarme de nuevo.
La antorcha líquida me desborda,
desentumece mis vacíos huesos.
Ni la caña que la meció en sus brazos
es tan dura y fuerte como el orujo trueno.
Y la madre de la misma sidra
baila en el cuenco
con el invitado de lejanas tierras
un canto salsero
mientras el padre de amarga mirada
acompaña con rostro de miedo.
La noche transcurre.
Las voces rompen por fin el silencio.
Se abre la puerta de los desterrados
a vivir más allá de este mundo nuestro.
El grave momento ha llegado.
El sacerdote rompe los sellos.
El líquido invade gargantas
de rostros serenos.
Camina despacio entre venas,
arterias y músculos.
Destroza paisajes de olvidos,
de traumas incautos
y limpia corazones puros
de paja y de sebo.
Y ya el sol por fin se abre paso
desde el frío invierno
y hogueras de sueños pesados
arden con anhelo.
Ya tocan trompetas con vítores
este nuevo día
de cosmos con astros y cuerpos
de las maravillas de nuestro universo.
Y ahora, mansamente,
en esas calderas de todos los cuerpos,
va abriéndose la tapa salvadora
y entrando alimento,
y tomando forma un núcleo tortuoso
que gira moviendo cada cuerpo
y lanzando radares magnéticos
de poros y vellos.
Se abre la veda.
El amor sale a cazar su presa.
Conxuro.
Mouchos, curuxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños,
espritos das nevoadas veigas.
Corvos, píntigas e meigas:
feitizos das menciñeiras.
Podres cañotas furadas,
fogar dos vermes e alimañas.
Lume das Santas Compañas,
mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios
Oubeo do can, pregón da morte;
fuciño do sátiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller
casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú,
lume dos cadavres ardentes,
corpos mutilados dos indecentes,
peidos dos infernais cús,
muxido da mar embravecida.
Barriga inútil da muller solteira,
falar dos gatos que andan á xaneira,
guedella porca da cabra mal parida.
Con este fol levantarei
as chamas deste lume
que asemella ao do Inferno,
e fuxirán as bruxas
a cabalo das súas escobas,
indose bañar na praia
das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos
que dan as que non poden
deixar de queimarse no augardente
quedando así purificadas.
E cando este brebaxe
baixe polas nosas gorxas,
quedaremos libres dos males
da nosa alma e de todo embruxamento.
Forzas do ár, terra, mar e lume,
a vós fago esta chamada:
si é verdade que tendes máis poder
que a humana xente,
eiquí e agora, facede que os espíritos
dos amigos que están fóra,
participen con nós desta Queimada.
(c) Enlace 1. fgomezvarela UN FRAILE DEL MONASTERIO DE SAN ESTEBO DE RIBAS DE SIL NOS OFRECE UNA QUEIMADA Y UNA LECCIÓN DE HISTORIA A LA VEZ
(c) Enlace 2. DracoWolfe just sephiroth on fire with the music of a remix-ed one-winged-angel
(c) Enlace 3. danimourinho.
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Maria Teresa Aláez García.
Published on e-Stories.org on 10/27/2006.
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