Rematado del todo te quedas si se te ocurre “ir de compras” en esta época. Una piensa que debería estar en plenas rebajas y resulta que, a principios de agosto ya están liquidando, siendo la franja de las tallas desde la 32 hasta la 36 las únicas que quedan en oferta. La verdad es que estas tallas, les quedan muy bien a las “maniquíes” que están en el escaparate y a las vendedoras de ciertos establecimientos con” shorts de barbie”.
Y es que resulta, que tu piensas, mal pensado, ¡seguro!. Que para ir a la moda es necesario comprar la ropa en la temporada, pero por lo visto, y llegadas a estas alturas de verano, deberías tener el vestuario completo. Porque si te acercas a las “boutiques “, te llevas ¡Oh, sorpresa!, que todos los aparadores están repletos de ropa invernal.
Siguiendo este planteamiento, que debe ser muy ecuánime, cuando sea Navidad, con las calles engalanadas y sus lucecitas, quizás ya de paso que compras el turrón y los regalos te puedas llevar el bikini para el año siguiente.
Así que a 40 grados a la sombra y con el beneplácito del respetable, te encuentras con abrigos de pura lana virgen, jerséis de cuello alto, estupendas faldas de piel y unas botas bien altas. Y... digo yo, quien es la guapa que se atreve a colocarse todo eso ,ante semejante paisaje, porque lo único que te puede ocurrir, es que te dé un “golpe de calor “, a pesar que en dichas tiendas estén con el aire acondicionado a tope.
Otro fenómeno sociológico, es la influencia psicológica que tienen las fracciones. Yo soy una admiradora de quien, en un momento de inspiración, se cargo de un plumazo los enteros y decidió que cualquier cosa, no costara 20 o 50, sino 19,95 o 49,95, aunque la única diferencia sea de un pobre “decimillo”, que da hasta risa que te devuelvan.
Sin embargo cuando dices que algo te ha costado 19,95, siempre es mas barato que 20 euros , y es cierto, eso es indudable, pero no deja de ser un espejismo. Así que todas las tiendas le hacen un homenaje al numero cinco, muy bonito por cierto, y se inundan de carteles, donde todo, absolutamente todo acaba en cinco. Se podría decir que así como se celebra el día de San Valentín, o el día de San Quintin, se podría dedicar esta época de rebajas a "San Cinquin ".
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Angels Vinuesa Fernandez.
Published on e-Stories.org on 08/01/2005.
More from this category "General" (Short Stories in spanish)
Other works from Angels Vinuesa Fernandez
Did you like it?
Please have a look at: